La importancia del rango de modulación al elegir una caldera
En este artículo descubrimos la importancia del rango de modulación en una caldera doméstica para la mejora de la eficiencia energética, del confort y del funcionamiento de la instalación de calefacción.
Llega la temporada de renovación de calderas y, como cada año, surgen las mismas dudas sobre qué producto elegir para satisfacer las necesidades de los hogares. Con una extensa oferta de producto disponible resulta fundamental, no solo saber elegir la caldera de condensación más adecuada, sino también poder explicar al usuario final las ventajas e inconvenientes de un modelo u otro.
La propia etiqueta energética o la documentación técnica de la caldera ya ofrecen múltiples pistas sobre los factores que, unidos al precio, se deben considerar para comparar y tomar una decisión. Características como la potencia, el rendimiento, la potencia sonora, el caudal de ACS o hasta el peso y el tamaño, son los que cualquier usuario puede llegar a solicitarnos para entender mejor las prestaciones del producto.
Sin embargo, hay un concepto de las calderas que se ha quedado relegado a un mero dato técnico, pero que es muy importante y debemos saber explicar para justificar la idoneidad de una caldera. Se trata del rango de modulación.
En este artículo descubrimos la importancia del rango de modulación en una caldera doméstica para la mejora de la eficiencia energética, del confort y del funcionamiento de la instalación.
¿Qué es la modulación de una caldera de gas?
La modulación de caldera equivale al rango de potencias a la que ésta puede trabajar. Se indica como la relación entre la potencia mínima y la máxima de una caldera. Cuanto mayor sea el valor de la modulación, mejor se adaptará la caldera a los diversos modos de funcionamiento de la instalación de calefacción y mayor será el confort de ACS en cualquier condición de servicio.
Dentro del rango de modulación la caldera es capaz de ajustar la potencia producida a la demandada por la instalación de manera dinámica con el objeto de mantener constantes los aportes de energía a la instalación en cada momento.
Se trata de un aspecto clave que debemos tener en cuenta siempre que comparemos dos calderas.
Rangos de modulación 1:5, 1:7, 1:10 y hasta 1:15
La modulación se expresa a través de valores como 1:7, 1:10, etc. Cuanto mayor sea el segundo valor, más alto será el rango de modulación y, en consecuencia, más se reducirá el consumo.
Básicamente una caldera con rango de modulación 1:10 significa que podrá trabajar a una potencia hasta diez veces inferior a su potencia nominal. O lo que es lo mismo, que podrá entregar potencia con continuidad partiendo de un mínimo de 2,5 kW hasta el máximo de 25 kW.
Hoy en día todas las calderas murales son modulantes, pero no todas tienen el mismo rango. Podemos encontrar calderas de 1:5 ó 1:7, pero también otras que alcanzan una modulación de 1:10 o hasta 1:15, como la Murelle HM Plus de SIME, que pasa por ser el modelo con un mayor rango de entre las grandes marcas.
Alta modulación: eficiencia y confort
La modulación es útil en los dos funcionamientos de la caldera, tanto en ACS como en calefacción. Cuanto mayor sea el valor de la modulación, mejor será la eficiencia estacional de la caldera y mayor confort se obtendrá en el servicio de agua caliente sanitaria.
Hay que tener en cuenta que en los últimos años se ha producido una mejora notable en los aislamientos térmicos de los edificios y en la calidad de sus cerramientos. Esto ha provocado que la potencia media demandada para el servicio de calefacción sea cada vez menor, mientras que la necesidad de un mayor confort en el agua caliente sanitaria se ha incrementado.
Por tanto, se tiende a calderas domésticas con mayor potencia para el servicio de ACS (30 kW o más), mientras que va disminuyendo la potencia máxima en calefacción. Esto hace que la diferencia de potencia entre la demanda de ACS y calefacción sea cada vez mayor y que las calderas, para poder cubrir adecuadamente los dos servicios con eficiencia, necesiten rangos de modulación cada vez mayores.
Servicio de calefacción
La alta modulación en el servicio de calefacción permite a la caldera trabajar durante más tiempo en potencia mínima, sin necesidad de realizar constantes apagados y encendidos, que es precisamente el ciclo que más energía consume. La potencia se ajusta en cada momento a la demanda de la vivienda mejorando notablemente la eficiencia.
Si además se equipa la caldera con un termostato modulante se produce una notable mejora en la eficiencia (un mejor aprovechamiento de la alta modulación) y en el confort (temperatura de consigna de confort muy estable).
Servicio de ACS
En el servicio de ACS la alta modulación permite que la caldera pueda mantener constante la temperatura de salida del agua caliente independientemente del caudal que se esté empleando en cada momento. Esto incrementa notablemente la sensación de confort en todos los usos del ACS.
Alta modulación: ventajas adicionales
Desde el punto de vista del funcionamiento de la caldera y de la instalación, la alta modulación presenta, también, una serie de ventajas adicionales.
Mejor adaptación a energías renovables
Cuando se emplea, junto con la instalación de la caldera, una instalación de energía renovable para el precalentamiento del sistema de calefacción o ACS (energía solar térmica, fototermia o una bomba de calor asociada), las calderas de alta modulación tienen la capacidad de adaptarse a los aportes de las energías renovables de una manera más eficiente que cualquier otro tipo de caldera, convirtiendo el aprovechamiento de la energía renovable en verdaderos ahorros del consumo de combustible.
Disminución de ruidos
La capacidad de las calderas de alta modulación de trabajar con bajos valores de potencia, ajustados a la demanda, permite disminuir los caudales de agua en la instalación disminuyendo los ruidos propios del funcionamiento de la instalación y de la caldera. Durante los periodos de baja potencia (que es la mayor parte de las horas de funcionamiento de la caldera) el nivel sonoro de este tipo de calderas es inapreciable.
Aumento de la vida útil
Uno de los momentos de más estrés en el funcionamiento de las calderas es el ciclo de encendido en que todos los elementos sufren una variación brusca de su estado. En las calderas de alta modulación este ciclo se disminuye notablemente con lo que la vida útil de todos los componentes de la caldera se ve mejorada en el tiempo.
En definitiva, a la hora de instalar una caldera es preceptivo que el usuario final entienda la importancia que tienen factores bien conocidos como la potencia de la caldera o su nivel de emisiones. Pero también es imprescindible que conozca y entienda la importancia de su rango de modulación, factor que le permitirá obtener un ahorro energético superior, mejorar el aprovechamiento de las energías renovables, y tener una vida útil más prolongada.
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